Desde hace dos días, una inspectora se encuentra en la institución tomándole testimonio a las docentes sobre la situación institucional.
La escuela Domingo Faustino Sarmiento vive días de tensión institucional. Hace un mes, la vicedirectora Ana Teresa Paredes (55) denunció a la directora Luciana Luna (41) por violencia laboral y por provocarle un preinfarto. Sin embargo, el conflicto viene desde hace casi tres años, incluso desde antes de que ambas se conocieran.
Ahora trascendió que la directora habría pedido que se evalúe a la vicedirectora para analizar si se encuentra en condiciones psicofísicas para ocupar el cargo.
La llegada de Luciana Luna
Luciana Luna es docente y nació en Córdoba Capital. En los últimos 20 años trabajó en diferentes escuelas, pero desde 2016 vive en la zona de Punilla Sur, más precisamente en Estancia Vieja, con sus cuatro hijos.
Entre 2016 y 2018 trabajó en la escuela Cosme Argerich, de Villa Santa Cruz del Lago, en 2016, y de ahí pasó al anexo que funciona en el salón comunal de Estancia Vieja. En 2019, cuando se abrió un concurso para ocupar dos cargos, Luna se postuló a la dirección de la escuela Sarmiento.
Por entonces, Luna no conocía a Ana Paredes, vicedirectora de la escuela Sarmiento, quien ocupaba como suplente la dirección de la escuela y también aspiraba a quedar en el cargo.
Luna ganó el concurso por uno de los puestos y el otro, a pesar de que había más inscriptos, quedó vacante porque los demás postulantes no lo aprobaron, entre ellos Ana Paredes, quien quedó descalificada en la primera etapa del proceso, según confirmó una fuente del Ministerio de Educación.
Una familiar de Ana Paredes indicó que en su entorno de parientes y amigos, la docente dijo que había ganado el concurso y que había quedado como directora. “Incluso le hicimos una fiesta, para celebrar. Cuando llegó la nueva directora nos dijo que no sabía lo que había pasado, que habían acomodado a otra persona”, indicó la familiar.
Una fuente reservada del Ministerio de Educación que tampoco quiso dar su nombre debido al temor a ser sancionada, explicaron que los procesos de concursos tienen muchas medidas para garantizar su transparencia. Incluso los evaluadores de la primera etapa no saben a quién evalúan ya que el escrito se presenta con un número y todo es controlado por escribanos. “El anonimato garantiza que el proceso no puede ser manipulado”, indicó la fuente.
Cláusula mordaza
Consultada sobre la situación que se vive en el interior de la institución, Luciana Luna dijo que no hablaría debido a que existe una reglamentación que le prohíbe hablar sobre procesos en curso, lo que puede ser considerado “una falta grave” y ser causal de una sanción por parte del Ministerio. Se trata de una norma que integra el reglamento de faltas de los docentes desde hace más de 60 años.
Según trascendió, días atrás Luna fue intimada por autoridades del Ministerio por expresar en sus redes sociales su enojo con el sindicato; y se le advirtió que podría ser sancionada.
Temor en la institución
Sin embargo, una de las docentes que trabaja en la institución accedió a hablar con InfoTanti bajo la condición de reservar su identidad. Esta docente indicó que desde antes de la llegada de Luna a la institución, “Paredes se encargó de difamarla y decir que había accedido al cargo de forma dudosa, atribuyéndole un amorío con una autoridad del Ministerio de Educación”. «Cuando Luna llegó a la institución, no le permitían tener contacto con las docentes porque le decían que estaban ´de duelo´ por su llegada», comentó otra maestra consultada.
“Es una madre de cuatro hijos, no puedo creer que alguien hable tan livianamente de una persona que en ese momento ni siquiera conocía”, dijo la docente. “Ganar un concurso para directora no es un proceso sencillo ni breve, hay que presentar un proyecto de mejora institucional, y tiene varias etapas, te evalúan inspectores de otras zonas de la provincia, lleva muchos meses”, indicó.
Según relató la la docente, los conflictos con la vice comenzaron desde el primer día. “Ana la desautorizaba (a Luna) en público y tomaba decisiones sin su autorización”, indicó. Una de esas situaciones ocurrió cuando, en 2020, y en pleno contexto de aislamiento social obligatorio, Paredes lanzó una campaña para juntar agua para los bomberos.
“La campaña no tenía autorización de la escuela ni de nadie del Ministerio. Tampoco de la Municipalidad, porque en esos días la indicación era quedarse en casa. La campaña implicó un movimiento de gente que rompió con las medidas sanitarias que se estaban exigiendo, por eso la Municipalidad no la había autorizado”, dijo la docente entrevistada.
Siempre según la fuente, Paredes denunció a Luna ante el gremio por supuesto autoritarismo, y se dedicó a sembrar rumores sobre su persona. “La trató de incapaz y de inepta frente a otras docentes”. Otra docente afirma que Paredes llegó a levantarle la voz e incluso la mano.
Al menos tres docentes habrían tenido problemas con el comportamiento violento de Paredes, “Si Paredes queda en la dirección, yo renuncio”, dijo una de las docentes. En el último tiempo, otra maestra sacó una carpeta psiquiátrica debido los malos tratos de Paredes. Sin embargo, las maestras indicaron que hay personas que le tienen miedo y no denuncian sus maltratos.
“Aunque la UEPC haya decidido no respaldar a Luna, seguramente por el posicionamiento político partidario del gremio, ella cuenta con el apoyo de muchas maestras y de muchos padres que se acercaron a expresarle su solidaridad”, agregó.
Denuncia previa
Luna tiene un historial de muy buenas calificaciones como docente (las más altas de la escala), con la sola excepción del año 2022, cuando una madre le realizó una denuncia por asistir a la escuela enferma en plena pandemia y poner en riesgo a los estudiantes. En aquella oportunidad, Luna había negado lo ocurrido y afirmó que desde el Ministerio de Educación no se le dió ninguna oportunidad para hacer el descargo, tras lo cual la sancionaron.
Sin embargo, la propia madre habló con InfoTanti y admitió que la situación no le constaba, sino que quien se lo contó fue la propia Ana Paredes, quien fue a su casa y la instigó a realizar la denuncia.
“Un día llegó a mi casa Ana Paredes, estaba alterada y, con insultos decía que Luciana Luna había ido enferma a la escuela. Estábamos en un momento en que la gente moría por Covid y los chicos empezaban a volver a las escuelas en burbujas. Yo me asusté por lo que me dijo Paredes y confié en ella, por eso fui al Ministerio y realicé la denuncia, con nombre y apellido. Después me enteré que eso no había sido de esa forma, y sentí que me habían usado para manchar a otra persona, por eso volví al Ministerio y aclaré todo”, explicó la madre.
La denuncia de Paredes
Hace aproximadamente un mes, Ana Paredes llegó a la escuela acompañada por una representante de UEPC, para informar que había denunciado a la directora. Luego de ello, la inspectora de la zona le confirmó a Luna de la denuncia y le indicaron que organizara el trabajo para que ambas docentes no se encontraran física ni temporalmente.
Ante esto, la directora debió armar otra dirección en lo que era una sala de maestros, y asistir a la escuela en contra horario para no cruzarse con Paredes.
Una fuente del Ministerio de Educación indicó que en estos casos, es normal que la persona acusada sea apartada del espacio de trabajo donde tuvo el conflicto, al menos mientras dure la investigación, que puede llevar meses. Mientras tanto, Paredes podría quedar a cargo de la institución ya que, a pesar de ser una de las partes del conflicto, sería la víctima de lo que acusa.
“Ahora Ana busca conseguir con una denuncia lo que no logró en el examen, la dirección de la escuela”, reflexionó la docente.
Otra de las consultadas dijo que el trasfondo de todo puede ser la falta de balances de la cooperadora durante el tiempo en que Paredes estuvo a cargo de la escuela. «Luna pidió que se intervenga la cooperadora porque no recibió ningún balance del período previo a su llegada, y eso profundizó la tensión», agregó otra docente consultada.
Advertencias a la prensa
Durante la elaboración de este artículo InfoTanti se contactó con Ana Paredes para conocer su versión de los hechos y su punto de vista sobre la situación. Sin embargo, la denunciante no quiso hablar sobre la denuncia realizada y advirtió: “Yo no autorizo ni permito de ninguna manera que se refiera a mí persona”. También advirtió que enviaría el mensaje de InfoTanti a los abogados del sindicato que la representan y del Ministerio.
“Soy una persona pública cuya conducta siempre ha sido impecable. Si Ud. me nombra en cualquier situación de instancia privada y laboral que se refiera a mí persona realizaré las acciones legales correspondientes”, amenazó.
Desde comienzos de esta semana, la escuela se encuentra intervenida, bajo la supervisión de la inspectora Sara del Carmen Moyano, Subinspectora general de la quinta región escolar del Ministerio de Educación de Córdoba.
Al fin alguien pone en palabras el maltrato y violencia institucional que ejerce la Señora Ana Paredes. Ojala que se priorice la armonia y que los docentes de la Escuela Sarmiento puedan trabajar en paz sin acoso y amenazas laborales si hablan del tema.
La directora luciana es una excelente profesional y persona