Se trata de “pajarito gas”, un vecino conocido por su buen humor y su solidaridad con los vecinos. Dice que le hicieron un daño patrimonial de más de 700 mil pesos.
Bartolo Ludueña tiene 70 años y es vecino de barrio Villa Muñoz. Desde que vive en Tanti, hace más de 12 años, todos lo conocen por su apodo y su actividad: “Pajarito, el vendedor de garrafas gas”, o simplemente “Pajarito gas”. El martes pasado, Pajarito sufrió el robo de 25 garrafas de su vivienda en Villa Muñoz, un patrimonio cuyo valor estima en más de 700 mil pesos.
Una vida vinculada a las garrafas
Para Pajarito, las garrafas son mucho más que el envase del gas natural. Desde los 16 años y por más de 26, trabajó en distintas plantas de gas donde se hacía el envasado del combustible y se arreglaban las garrafas. Primero en Córdoba y finalmente en la zona del Empalme donde, tras la venta de la empresa en la que trabajaba, le detectaron un problema de salud y lo jubilaron. Pajarito siguió trabajando de lo mismo, y finalmente, hace 12 años, se instaló definitivamente en Tanti, en la zona de Villa Muñoz, donde continuó haciendo lo que mejor sabe hacer, vender gas y criar animales.
La casa que alquila está poblada de perros y gallos que se hacen sentir cuando llegamos a conversar con este conocido y muy querido personaje de la zona. Junto a la casa que alquila en la zona puede verse un sector donde se apilan las garrafas, de diferentes marcas y colores, con las que Bartolo lleva adelante su actividad, algunas llenas y otras vacías, son su herramienta de trabajo.
“Me quedé un poco bajoneado”, confiesa, “tanto sacrificio, laburar tanto y en un ratito te llevan un capital. Ni siquiera lo van a vender a lo que vale, lo venden a cualquier precio, para conseguir un dinero rápido”, se lamenta. Sin embargo, sostiene que está tranquilo porque tiene su vida y su libertad. Le agradezco a Dios porque tengo mi vida y mi libertad, porque si le hacía algo al ladrón, seguro me llevan a Bouwer, y la libertad es lo más importante”, indicó.
Cómo fue el robo
Según relata Pajarito, el robo de garrafas a su vivienda no es algo nuevo. En los últimos años ya se venían contabilizando unas 70 garrafas robadas, a las que ahora se suman 25 más. “Cada garrafa vale unos 25 a 30 mil pesos, pero los que las roban las venden por dos mangos, porque son robadas”, indicó.
Ludueña sostiene que siempre los robos fueron en pequeña escala. “Me robaban dos, tres o cuatro garrafas, no más de eso. Incluso llegué a encadenar las garrafas, pero le tiraban carne al perro, rompían las cadenas y se las llevaban igual. Recién se calmaron cuando puse cámaras, hace dos o tres años”, cuenta.
Lamentablemente, en los últimos días las cámaras de seguridad de Pajarito se descompusieron. Primero dejó de funcionar una, luego otra, y al final las restantes dos. Bartolo ya había llamado a un técnico para que las arreglara, pero los ladrones se adelantaron, seguramente advertidos de que las luces de las cámaras ya no se encendían.

“Seguramente es gente que ha estado estudiando mis rutinas, en qué momento estoy y cuándo no”, analiza.
Pajarito cuenta que ese martes salió de su casa varias veces, y no se percató de contabilizar las garrafas. Finalmente, cerca de la medianoche, sintió que el perro comenzaba a ladrar diferente, y cuando salió, se cerró la puerta de un vehículo que se alejó. El hombre cuenta que era un auto chico, como un 147, pero que como la calle estaba oscura, no llegó a ver bien el auto. Por fuera de su casa encontró tres garrafas que no llegaron a ser robadas, y ahí notó que le faltaban 25 más. “Si no salía, capaz que me robaban todas las garrafas”, dijo.
“Seguramente el robo no fue todo de una sola vez, no hay forma de robarse 25 garrafas en un solo viaje y en un auto chico. Tienen que haber estado robando toda la tarde”, deduce. “Una persona que tiene necesidad puede robar una garrafa o dos, pero no 25. Esto no es por necesidad”, agregó.
Tras el robo que sufrió, Pajarito dice que supo que, a otro hombre que también vende gas, le robaron seis tubos. “¿En qué te llevás seis tubos? y eso que él también tiene cámaras y todo”, lamentó.
Una vergüenza que pase esto con gente honesta. Ahora, creo que acá se sabe dónde buscar a los ladrones, todos se conocen muy bien. .. así que señores a hacerse cargo de cuidar y respetar a nuestros vecinos., Hoy le tocó a ese sr. Mañana podemos ser nosotros.
Ya me robaron dos garrafas, me entraron 3 veces a robar cortando los alambrados en el barrio Villa Muñoz, cuando fui a ala comisaria me dijeron que ponga alarma. Pregunto quien se hace cargo de la seguridad del barrio ya que se paga en el impuesto un porcentaje de seguridad urbana, esto cada vez peor, por lo menos propongo que cada uno cuente si vivió un robo y sumemos a los reclamos, un lastima que un lugar tan bello se convierta inseguro y sin respuesta de las autoridades.