“Con los jubilados no” era el argumento central de un video que inundaba las redes sociales protagonizado por artistas argentinos. Corría el año 2017.
El escueto contenido de la producción hacia presumir una preocupación por el “viejo” que, curiosamente siempre es idealizado como el otro y no como un espejo que refleja el drama social de este sector etario, que recurrentemente es utilizado como variable de ajuste de la economía, a caballo de su nula capacidad de protesta. Frente a esta debilidad (escaso poder de fuego para la protesta) con el correr del tiempo el sector pasivo, ha sido víctima de muchas medidas tomadas con el sistema previsional que, aparentaban mejoras para sus haberes, pero la realidad indica que iban y van en dirección contraria. Son verdaderos ajustes para enjugar los déficits crónicos de la macroeconomía. Repasando la historia de los últimos 30 años tenemos.
Año 1993. Gobierno de Menem. Década del 90, festival de privatizaciones tangibles (YPF, ENTEL, Obras Sanitarias, Aerolíneas, Ferrocarril, Rutas etc.) Todo en función del déficit fiscal. Pero hubo intangibles también: La privatización del sistema previsional argentino, creación de las AFJP, para que los aportes personales fueran a una cuenta individual de capitalización que administraban las AFJP que, eran subsidiarias de los Bancos financieros internacionales con mixturas de algunos sindicatos cuyos diputados, votaron la ley de privatización nro. 24241 a cambio de alguna participación en el negocio de “las canas” como se lo llamo el aquel momento. Conclusión toda la fuerza laboral activa vía la ley, paso a depositar sus aportes personales a una entidad privada.
La suma de todas esas cuentas individuales de capitalización forzosa iba acumulando un fondo de capitales muy importante. Que obviamente no podían utilizar hasta que llegase el momento de jubilarse. De manera tal que el producto de lo depositado más su capitalización, acumularían un monto que, a partir del momento que cumplieran con los requisitos de edad y servicios lo retirarían como Renta Vitalicia o Retiro Programado (era su jubilación). En ese trayecto de vida activa esos fondos, decía la ley que, debían invertirse en títulos públicos, fideicomiso, moneda extranjera etc. Para formar un mercado de capitales donde las empresas podían demandarlos para posibles inversiones. A esta altura, presumo se preguntarán y mis aportes ¿dónde están? ¿Cómo cobrare la jubilación llegado el momento? En realidad, poco importaba esas respuestas, los aportes estaban en un mercado de capitales de entidades privadas. El estado argentino ausente de esta problemática que se llama Seguridad Social. El sistema previsional era funcional al déficit fiscal, no a las necesidades de los pasivos. La única certeza que tenían los trabajadores era la incertidumbre de sus aportes que estaban en una timba financiera. A más los haberes previsionales seguían por el piso de la subsistencia, de manera tal que los juicios se acumulaban por miles en los tribunales.
Año 2008. Hubo un hecho exógeno al país, Se produce una crisis de los principales bancos del mundo. Fue la famosa burbuja financiera- El caso icónico fue el Lehman Brothers. Esos bancos casi todos tenían intereses como inversiones secundarias en las AFJP locales. Pero obviamente estaban más preocupados por evitar su quiebra que defender las AFJP- Mientras esto ocurría fronteras afuera del país, acá adentro se nos avecinaba una crisis propia, Se estaba acabando el viento de cola de los precios internacionales espectaculares de la soja. El gobierno vio esta situación (oportunidad) en sentido de que los dueños de las AFJP, tenían enfocada su preocupación en salvar a sus bancos que a las AFJP. (no porque no sirvieran sino porque en comparación con su propio desaguisado económico que tenían en EE.UU. el problema era infinitamente menor). Incluso el propio gobierno de los EE:UU acudió al salvataje de dichos bancos.
Boudou. Director Ejecutivo de Anses se reunió con Massa, Jefe de Gabinete, Cristina presidente. Les trasmitió su idea, que, no era nada más y nada menos que re estatizar el sistema previsional. Que quiere decir esto: confiscaron todos los fondos de la AFJP, con el falaz argumento que lo hacían en nombres de todos los jubilados, atento a que esos fondos volvían a la administración del Estado, y de esa manera le permitirían mejorar los haberes jubilatorios. Cuando en realidad era para solventar el tremendo déficit fiscal que por aquel entonces ya tenía el primer gobierno de Cristina. La prueba está que, los haberes jubilatorios jamás tuvieron mejora. Mientras que con esos Fondos que, en el año 2008 acusaban una acumulación de 98.224 millones de pesos. Se creó el famoso Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). Nombre mentiroso si los hay porque nunca tuvo sustentabilidad el sistema y lo usaron para otros fines que no eran otros que llegar más o menos acomodados al 2011, año de renovación del periodo presidencial.
Llegamos al 2023. Massa, ahora en su rol de superministro (aquel que en el 2008 era el gran reestatizador de la plata que los activos tenían en las AFJP), decide volver sobre sus pasos. Como parte de esos fondos que integran el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (Anses) están invertidos en títulos en dólares dicta un decreto de Necesidad y urgencia (D.N.U) que obliga a dicho Fondo, (ANSES) a vender a los bancos esa inversión de bonos en dólares. A cambio de esa venta los bancos le entregaran pesos haciendo el ANSES las veces de aspiradora de la fenomenal emisión monetaria. Esos pesos luego serán entregados al Tesoro. De manera tal que, con los billetes que reciba Economía financiará el déficit fiscal sin acudir a la emisión monetaria. Mientras que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (Anses) lo que tenía invertido en dólares (que en la realidad representa una garantía de valor parar los jubilados) se convertirán en bonos pesificados que les entregara economía. De toda esta ingeniería financiera difícil de explicar la pregunta que no encuentra respuesta es ¿ cuál es el beneficio para los jubilados en términos de sus haberes previsionales? Ninguno. Sus fondos acumulados una vez más sirven para los déficits crónicos de la macroeconomía. Este última y desesperada medida se concretó en una reunión del superministro con los banqueros, el pasado lunes 20. Los únicos que no estuvieron invitados fueron los pasivos, a quienes justamente en esa reunión convenían como les propinaban el manotazo a sus fondos. Eso sí, los banqueros abandonaron la reunión muy sonriente.
Síntesis en 1993 privatizaron el sistema, en el 2008 lo reestatizaron y ahora realizan una cuasi privatización al obligar a desprenderse de los bonos en dólares que son del Fondo de Garantía de Sustentabilidad para entregárselos a los BANCOS privados y estos le dejan un “Pagare” en pesos. Todo en nombre de los jubilados, que en todo este periplo de casi 30 años han sido los que más han “contribuido” al ajuste salvaje para paliar el déficit fiscal.
Quizás ha llegado la hora que aquellos artistas produzcan la segunda parte del video diciendo “Perdón por tanta hipocresía” y se paren frente a este descomunal e histórico despojo del lado de los “viejos”.