La reunión tuvo su momento de máxima tensión cuando uno de los trabajadores trató a dos socios de «espías del intendente» y amenazó con expulsarlos.
Con la presencia de apenas cinco socios activos, se llevó adelante el martes la segunda parte de la asamblea de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de Tanti. El encuentro se realizó en la sede de la institución, ubicada en Belgrano 81 de Tanti, y fue la continuidad de la reunión iniciada el martes 28 de febrero, la cual había pasado a un cuarto intermedio con el objetivo de que los socios pudieran analizar los balances presentados.
Los principales objetivos de la asamblea eran aprobar tres balances correspondientes a los años 2018, 2019 y 2020; y designar nuevas autoridades, ya que las anteriores no fueron reconocidas por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), por haber sido nombradas por una comisión que tenía su mandato vencido. Es por ello que el organismo de control nacional de las cooperativas instó a quienes seguían a cargo de la institución a que realizaran una nueva asamblea que les permitiera tener autoridades legítimas.
El cuarto intermedio resuelto en la primera parte de la asamblea había sido la salida que los socios encontraron ante la discusión respecto a si el reducido número de socios presentes en la reunión les permitía o no designar una comisión con más integrantes que los pocos socios que quedaban. También se discutía si era posible aprobar balances que no habían podido ver los socios con antelación a la asamblea.
Una semana después, los trabajadores de la Cooperativa señalaban que apenas dos de los socios habían pedido los documentos que se analizarían tras el cuarto intermedio. También indicaron que otros seis socios habrían pagado las cuotas adeudadas y se habían puesto al día con sus pagos, pero que no podrían participar de la asamblea debido a que el Estatuto de la institución establece un “período de penalización” de seis meses en los cuales no participan de las decisiones de las asambleas.
Se retoma la discusión
El martes 7 de marzo, a las 19.30, el encuentro se reinició con la presencia de unas 15 personas, de las cuales cinco eran socios activos: Alberto Busquier, Juan Quevedo, Marta Garriga, Claudio Caprioli y Miriam Cervellini. El resto eran colaboradores y trabajadores de la empresa que vienen llevando adelante tareas en la institución a pesar de la situación de crisis.
La reunión comenzó con un recorrido propuesto por José Luis Repezza para que los asistentes pudieran conocer la sala en la que se encuentran los equipos de telefonía de la cooperativa. Allí, David Arena, uno de los jóvenes colaboradores, explicó que los equipos eran viejos, muy costosos y en algunos casos no se seguían fabricando y que parte de las placas de telefonía se habían quemado en las sucesivas tormentas. Por ello, explicaron que es necesario migrar el equipamiento a la fibra óptica, lo que brindaría un servicio mejor, con equipamiento más eficiente y mucho más barato.
Luego de la recorrida, Repezza le cedió la palabra a Marta Garriga, la síndica de la cooperativa, quien propuso el reconocimiento de los trabajadores y colaboradores como socios de la institución con el objetivo de incorporarlos a las decisiones y también darles la posibilidad de integrarse al futuro consejo de administración.
Garriga enumeró los nombres de José Luis Repezza (actual tesorero a cargo de la presidencia), Ariel Rognone (trabajador), David Arena (trabajador), Darian Velazco (trabajador), Marcela Fabiana Rodriguez (trabajadora), Fernando Bringas (colaborador), Hugo Castro (colaborador), Salvador Álvarez (colaborador), Estela Armesto (colaborador) y Hugo Alem (colaborador), quienes pasarían a ser socios activos.
Los balances fueron otro de los puntos polémicos, ya que si bien la mayoría resolvió apoyarlos (por considerar que habían sido confeccionados por profesionales que deberán hacerse cargo de su contenido), Alberto Busquier los rechazó, indicando que no había documentación respaldatoria de los mismos. Busquier indicó que le entregó copia de los balances a un especialista y que, dependiendo de lo que el perito le indique, considerará llevar los balances a la justicia para que se investigue posibles ilícitos.
La renuncia de Repezza
Otro de los puntos que desató la polémica fue la aceptación de la renuncia de José Repezza. Quevedo planteó que la Cooperativa requiere de auditorías trimestrales y que no había esos informes del período reciente, por lo que se negó a aceptar la renuncia del tesorero. En otro sentido, Rognone planteó que ese tipo de informes no era posible de realizar porque la institución no tenía presidente y la situación era crítica.
Finalmente, se puso en consideración a Fernando Bringas como nuevo síndico, y comenzó una votación a mano alzada de la que participaron todos los presentes. Pero Quevedo indicó que aún no se había votado la incorporación de los nuevos socios, ante lo cual le respondieron que eso no requería votación ya que era una atribución establecida en el estatuto.
Tres de los cinco socios activos presentes, Busquier, Quevedo y Caprioli, rechazaron la interpretación del artículo 55, inciso f, del estatuto, por el cual los trabajadores fueron admitidos como socios. Sin embargo la decisión fue tomada con el voto de los trabajadores que votaron su propia aceptación como socios.
Fue entonces cuando Busquier anunció que se retiraría de la asamblea ya que consideraba que “se estaban haciendo las cosas mal” y que tendría que oponerse a las siguientes decisiones, aunque aclaró que su intención no era perjudicar el avance de la Cooperativa y que posteriormente firmaría el acta de la asamblea.
Minutos después también anunció que se retiraría Juan Quevedo, quien se oponía a la aceptación de la renuncia de Repezza por no estar disponibles los balances de sus días al frente de la Cooperativa.
“¿Cuáles son tus intenciones?” le respondió Ariel Rognone, insinuando que había otros motivos en las abstenciones de Quevedo o su decisión de retirarse. “¿Recién ahora los estás pidiendo?” lanzó Rognone respecto al pedido de informes financieros de Quevedo. “¿Por qué no los pidió la semana pasada?”, agregó el trabajador.
Rognone manifestó que la conducta de Quevedo “ponía palos en la rueda” y que era “causal de expulsión”, frente a lo cual varios de los presentes intentaron poner paños fríos.
Tras la partida de Quevedo, Rognone dijo ante los presentes que ahora ya no había más “espías del intendente” y que “sacarse este tipo de personas de encima era vital para la Cooperativa”.
La nueva comisión
Ya sin la presencia de Busquier ni de Quevedo, Repezza puso en consideración la lista de integrantes del nuevo consejo asesor, que estará integrado por Ariel Rognone, David Arena, Darian Velazco, Marcela Rodriguez, Estela Arnesto, María Arena, Hugo Castro, Salvadro Álvarez, Diego Vidal, José Luis Repezza e Ismael Salvay. Los once integrantes, además de Fernando Bringas que será síndico, deberán reunirse en los próximos días para definir los diferentes roles de cada uno en la conducción de la Cooperativa.
Tras la finalización de la asamblea. Repezza dijo que el encuentro dejó en evidencia que no se encuentra solo, y afirmó que dará todas las batallas que sean necesarias para que la Cooperativa salga a flote.
En referencia a las decisiones tomadas, Busquier reclamó que “no se puede aceptar el mandato cumplido al tesorero, sin cumplir lo que ordena el estatuto”, aludiendo a las auditorías que fueron motivo de discusión. También dijo que “no pueden convertir en socios en colaboradores», y que quienes llevaron adelante la asamblea “no tienen la más pálida idea de lo que es un Estatuto”.
“Es un grupo de jóvenes que tienen ganas de trabajar y creo que son muy capaces en su especialidad, pero tengo temor de que terminen decepcionados. Por mi parte, no puedo acompañar una asamblea inválida con cinco socios, o la aprobación de balances que no cuentan con la documentación respaldatoria porque se la robaron. Espero que las contadoras tengan copia”, reflexionó el ex presidente de la Cooperativa.