A pocos días de la elección de intendente, dos vecinas reclaman que no les habilitan una rotisería porque el marido de una de ellas es opositor al intendente.
Un reclamo en redes sociales por la demora municipal en la habilitación de un negocio se coló en la campaña electoral municipal de Tanti. Su autor es el hijo de Esther Villán, la mujer que sufrió un intento de homicidio por parte de su pareja, el policía Cristian Molina, quien terminó condenado por la justicia a 12 años de prisión.
Desde hace un tiempo, Esther intenta recuperar su vida haciendo lo que sabe: cocinar. La cocinera armó una sociedad con la esposa de Gustavo Villa, un dirigente político opositor a Luis Azar, y juntas pensaban poner una rotisería en el predio donde los Villa tienen su vivienda (en la esquina de la Ruta 28 y El Clavel, en Villa Muñoz).
Pero según el relato de Esther, su proyecto para trabajar y salir adelante se volvió una pesadilla de trámites y burocracia.
«Quiero hacer una denuncia a la Municipalidad de Tanti, manejada por el intendente Luis Azar, por poner los problemas personales antes de ser profesionales», publicó Adrián Villan en su facebook, unos días atrás. El hijo de Esther afirma también que hace dos meses que está pidiendo la habilitación del local, que tiene «todo en regla» y que ya tiene la firma de bromatología. Sin embargo, sostiene que «siguen poniendo excusas» para no habilitarle el negocio».
El joven cierra la publicación en su perfil social reclamando que lo dejen trabajar y tratando a las autoridades de «basuras», en tanto que afirmó que «nosotros les pagamos el sueldo». «Vamos a ver cómo les va en estas elecciones», deslizó.
El calvario de Esther
El enojo de Adrián tiene un trasfondo. Tras sufrir el cruel ataque de su ex pareja, su madre Esther busca recomponer su vida y solo ve trabas para su recuperación. En 2021, Esther sufrió un intento de homicidio por parte del policía Cristian Molina, quien le gatilló un arma dos veces en la cabeza y luego la hirió gravemente en el cuello.
Virginia Ferreyra, esposa de Gustavo Villa y socia de Esther Villán, comentó que iniciaron los trámites el 3 de abril pasado. «Atravesamos muchos requisitos y el 7 de mayo pedí que nos dieran una habilitación provisoria ya que el inspector Sebastián Obregón nos dijo que los planos todavía no fueron aprobados».
Ferreyra sostiene que el argumento que ponen desde la Municipalidad es la invasión del espacio público por parte de la construcción «Esa es la excusa», afirmó, y agregó que el mismo día que fueron los inspectores a su local se enteró que el arquitecto de la Municipalidad aún no había visto los planos.
La emprendedora dijo también que desde el municipio le dijeron que la nivelación que realizaron en el terreno «invade el espacio público» y que en obras públicas, el arquitecto le explicó que aún no había visto el plano porque al estar en juicio de usucapión, se debe realizar previamente una carta documento. «Yo no sé cuánto puede estar sobrepasado porque no lo vi», le habría dicho el funcionario.

Según su relato, los funcionarios municipales le recomendaron enviar una nota al Concejo Deliberante para explicar el caso, y le indicaron que recién luego de eso, la arquitecta podría hacer un bosquejo con las modificaciones pertinentes para lograr una habilitación provisoria.
«Desde abril que tengo todos los papeles que nos solicitaron entregados y nos siguen poniendo trabas», afirmó la esposa de Gustavo Villa, quien agregó que en las oportunidades que quisieron poner negocios, nunca los habilitaron desde la municipalidad.
Ferreyra también agregó que en la municipalidad les pidieron la declaratoria de herederos de Gustavo Villa, siendo que su esposa está viva y el terreno pasó a nombre de su hijos. «Me pidieron que tenía que realizar una autorización de mi marido donde aclara que me sede el local para poder trabajarlo», papel que hicieron firmar ante una escribana en Carlos Paz, cuando, según afirman haber averiguado, a los dueños de otros locales nunca les exigieron eso.
Una reja en el medio
Roxana Torres, arquitecta del matrimonio Villa y de Esther Villalón, dijo que hay una reja que los dueños colocaron como medida de seguridad y que está invadiendo el espacio público, no la línea municipal. «Yo calculo que si es desmontada se soluciona el inconveniente», afirmó la profesional en diálogo con InfoTanti.
Torres también sostuvo que, a su criterio, cuando se desmonte la reja no deberían haber fundamentos para demorar más la habilitación. «Después habrá que terminar de definir como quiere el arquitecto Vilches (de la Municipalidad) que se termine la presentación de los planos o si es necesario alguna autorización por parte del concejo», indicó la arquitecta.
Torres también explicó que «hay antecedentes de estos pasos en el concejo cuando se trata de más de un lote, en este caso son tres, en posesión». La propia profesional estimó que, según sus cálculos, «se trata de los tiempos que maneja el municipio para cualquier habilitación».
Sin respuesta de las autoridades
Como ya se ha hecho habitual, las autoridades municipales no quisieron brindar respuesta ni aportar explicaciones sobre este episodio. Sin embargo, una fuente municipal que prefirió no brindar su identidad confirmó que la habilitación no está completa pero que el trámite tiene el permiso de bromatología.