Para la defensa del policía que le disparó a Esther Villán en la cabeza, el hombre desistió del femicidio, por lo que debería ser juzgado por “lesiones leves”.
Comenzó este lunes el juicio contra Cristian Molina (47), el policía que atacó a su pareja, Esther Villán (47), con un arma y le dio un tiro en la cabeza. El hecho ocurrió en Tanti el 25 de marzo de 2021 y desde entonces el hombre se encuentra detenido.
Molina llega al juicio imputado por Homicidio en grado de tentativa triplemente agravado por el uso de un arma de fuego, por el vínculo con la víctima, y por mediar odio de género (femicidio). En caso de confirmarse la imputación y ser declarado culpable, le espera una pena que va de los 10 a los 25 años de prisión.
Sin embargo, la estrategia de la defensa de Molina es lograr un cambio de carátula en la causa y que sea condenado por lesiones leves, un delito que tiene una pena máxima de tres años de prisión. En nuestro régimen judicial, si el delito que se le imputa a una persona tiene una pena menor o igual a tres años, pueden cumplirla fuera de prisión. En estos casos solo van a la cárcel si la justicia considera que pueden entorpecer la causa o generar algún perjuicio a otras personas.
Si la estrategia de la defensa de Molina fuera exitosa, y hubiera un cambio de carátula, el policía podría quedar en libertad inmediatamente.
Primera jornada sin sorpresas
La primera audiencia del juicio no tuvo sorpresas. La cita comenzó a las 9.30 en la sala de la Cámara en lo Criminal y Correccional 1, integrada por los jueces Mario Capdevila, José Pueyrredón y Enrique Berger. Por las características y gravedad del caso (homicidio en grado de tentativa), el veredicto será dictaminado por un jurado popular de ocho personas que se encontraban en la sala. También estuvo presente el acusado, quien fue trasladado de la cárcel donde se encuentra con prisión preventiva ordenada por la fiscal de instrucción de tercer turno de Villa Carlos Paz, Jorgelina Gómez, quien llevó adelante el proceso de instrucción.
Actualmente, Cristian Molina permanece detenido en la cárcel de Bouwer, en un pabellón especial ocupado por policías, en el que no tienen contacto con el resto de los presos.
La audiencia comenzó con la lectura del la acusación, tal como fue elevada a juicio por la fiscal Gómez. Luego se le tomaron los datos personales al acusado y se le dio la oportunidad de hablar ante el tribunal. En esa instancia, Cristian Molina dijo que tiene muy buenas calificaciones por su comportamiento en la cárcel, que está estudiando abogacía y que participa de un taller literario y un culto evangélico.
En su oportunidad de hacer alguna declaración, solo ratificó lo que ya había dicho durante el proceso de la investigación, cuando afirmó que el arma nunca podría haber fallado dos veces, y que las cosas no habían ocurrido de esa forma. También dijo que no tuvo intención de matar a Esther Villán.
Según el acusado, luego de dejar a Esther en el dispensario, fue a su casa, llamó a la policía, y se quedó a esperar que un superior suyo llegara para detenerlo.
La declaración de Esther
Al momento del testimonios de Esther, Molina fue sacado de la sala, debido a que la mujer había solicitado no volver a ver a su agresor. La mujer ratificó los hechos como los había planteado en la instrucción de la causa.
Las preguntas de la fiscalía estuvieron orientadas a detallar el clima de violencia al cual la mujer se encontraba sometida, mientras que la defensa se enfocó en consultarle respecto la forma en la que el hombre le había pedido perdón y la había llevado al dispensario luego de dispararle en el cuello a quemarropa.
En diálogo con InfoTanti, Esther dijo que tras su declaración se sintió «aliviada». «Ya empezó el juicio que estábamos esperando. Ahora sabemos que es esta semana y vamos a poder dar vuelta la página y seguir adelante», afirmó.
El abogado de la defensa de Cristian Molina, Damián Palavecino, pidió en un momento de la audiencia que se realice una nueva pericia médica a Esther Villán, con el objeto de determinar cuáles han sido efectivamente las secuelas de la herida que recibició, lo que fue rechazado por el fiscal Gustavo Arocena y la abogada de la querella, Julieta García Gómez, debido a que lo consideraron no pertinente y que no tiene que ver con el objeto del juicio, que es el homicidio en grado de tentativa.
La resolución final respecto al pedido de la defensa se sabrá este martes por la mañana.
La palabra del hijo de Esther
Tras un breve cuarto intermedio, la audiencia se retomó cerca de las 12.30 con la declaración de Adrián Villán, hijo de Esther, quien ratificó lo que se había contado sobre el hecho y la relación con su madre en la etapa de investigación. Respecto a la situación médica de su madre tras recibir el disparo, Adrián dijo que el médico le comentó que la mujer «estaba viva de milagro», y que Esther le había dicho que la intención del hombre era matarla.
Antes estaba prevista la declaración de Yanet, otra hija de la víctima, pero la fiscalía resolvió desistir porque resolvieron que era suficiente con las declaraciones realizaron cuando se realizó la investigación del caso. La parte acusatoria también decidió no convocar al policía comisionado en esa oportunidad, debido a que consideraron que era innecesario.
Próxima audiencia
La audiencia terminó cerca de las 14.00 y, para el martes, se espera que la audiencia comience a las 9.00 y que declaren los periodos médico y balístico que recaudaron información tras el ataque contra Esther.
Si bien está previsto que el juicio se lleve adelante durante cuatro audiencias (los días 6, 7, 8 y 9 de febrero), todo indica que puede ser más breve. Con la fiscalía no pidiendo más testigos, y la defensa solo solicitando las pericias técnicas, existe la posibilidad de que la sentencia pueda llegar antes del jueves.
La estrategia de la defensa
Durante los testimonios, el abogado defensor de Cristian Molina trató de fortalecer toda la información que mostrara al policía como arrepentido y tratando de subsanar la situación que generó con su ataque a Villán. Palavecino sostuvo que la clave del juicio está en interpretar que luego de disparar, Molina dejó el arma, dejó de disparar, y llevó a Esther al dispensario. Según el abogado, esto configura un «desistimiento voluntario» (el agresor desiste de la acción de ataque), y que por lo tanto su defendido no puede ser condenado por tentativa de homicidio.
«Molina va a tener que ser condenado por el delito de lesiones. Esto de ninguna manera lo convierte a Molina en un héroe, pero el reproche jurídico que corresponde es lesiones y no por tentativa de homicidio», afirmó Palavecino en diálogo con InfoTanti.
Quiero creer en la justicia
Si la carátula de la causa cambiara a «lesiones leves», Molina podría quedar libre, ya que se trata de un delito que tiene una máxima muy baja (3 años de prisión) y por lo tanto es excarcelable (se puede cumplir fuera de la cárcel, con restricciones).
Al respecto, Esther Villán dijo que espera que Molina no quede en libertad porque eso sería una injusticia. «Hablaron de que él me pidió perdón y me dijo que me amaba, pero yo no le creí, porque una persona que te ama no te va a hacer tanto daño como me hizo él a mí», afirmó Esther.
«Espero que le den los años que se merece. No podríamos seguir viviendo tranquilos, no podríamos seguir en Tanti si él quedara en libertad. Él le hizo amenazas a mi familia, a mis hijos, no nos podríamos quedar donde estamos si él quedara suelo. Esperemos que eso no pase», afirmó la mujer.
Muy interesante el seguimiento del juicio. Desearía saber (mera curiosidad) si las organizaciones en defensa de la mujer ( ni una menos) han acompañado a esta señora.
Hola Maria Cristina. Me llamo Angeles, una de las hijas de Esther. En su momento, en marzo del 2021 cuando todo pasó sí hubo apoyo por parte de un grupo, pero después se disolvió.